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Reinventando la ropa de trabajo en la cocina
Muchos se sorprenden aún viendo los exóticos pijamas, delantales y gorros estampados que luce el popular chef Alberto Chicote en programas de televisión como Pesadilla en la cocina o Top Chef en el algunos de cuyos uniformes, por cierto, han sido realizados por nuestro proveedor, Velilla. Pero la ropa de cocina hace tiempo que dejó de ser blanca, plana y aburrida. Los cocineros, ayudantes y demás profesionales de los fogones se han reinventado en los últimos años manteniendo los máximos estándares de comodidad e higiene con colores y estampados que han llegado para quedarse.
Los uniformes estrictos con los que antes se trabajaba antaño están hoy en desuso. El personal pasa muchas horas tras los fogones y resulta innegociable proveer ropa cómoda -sean uniformes o no-, calzado antideslizante y suelas que ayuden a sobrellevar las largas jornadas de pie. Tal vez lo más llamativo sean los colores vivos y estampados de los chefs, que se han convertido en personajes "buscados" y populares y deciden destacar en cualquier ambiente, incluido su territorio, la cocina.
Es cierto que la ropa blanca o muy clara da mayor imagen de limpieza y sanidad entre los comensales y, de hecho, todavía predomina este color entre el personal de cocina. Pero ahora encontramos chaquetas, chaquetillas, pijamas, pañoletas y otras prendas que nadie asociaba antes al personal de cocina. Todo esto, al igual que pantalones, camisas, blusas, delantales o gorros lo encontramos en una amplia gama de tonos, con detalles combinados en otros colores o dibujos alusivos a la cocina.
En cuanto a las telas, también se está reinventando. El algodón ya no es monopolio; ahora, se usan poliéster o telas anti-manchas que evitan que los fluidos se adhieran a los tejidos. Además, estas prendas sintéticas son más fáciles de lavar, se secan rápidamente, no cambian de color y, en ocasiones, no requieren ser planchadas.
Otro cambio relevante en la evolución de la ropa de cocina es la incorporación de chaquetas de manga corta. Hasta hace poco, se usaban siempre las chaquetas y chaquetillas de manga larga o tres cuartos, pero la manga corta es cada vez más demandada por "especialistas" en platos con mucha decoración o por reposteros que exigen más flexibilidad y libertad para hacer un trabajo de precisión.
El típico gorro alto de chef -obligatorio para recoger el cabello y evitar que pueda caer alguno a los platos cocinados- también se ha modernizado y diversificado. Ahora se usan gorros bajos que no chocan con nada (ni con nadie), gorros desechables de papel, gorros tubulares (el clásico gorro alto de chef), gorras con visera (muy demandadas entre mujeres) o el gorro-champiñón, cada vez más requerido porque ofrece más libertad y comodidad. Algunos chefs usan, incluso, pañoletas o bandanas para la cabeza. Todos ellos se hacen en colores planos o estampados.
Ropa de trabajo.... sólo para trabajar
Cada vez es más común que el propio trabajador elija las prendas con las que se siente más cómodo trabajando, pero, para quienes no estén familiarizados con la normativa laboral de hostelería, hay que aclarar que la ley garantiza la higiene y sanidad en la restauración y excluye el uso de ropa de calle por parte del personal de cocina.
Antes era común ponerse un delantal y un gorro de cocina sobre los pantalones, la camisa o el vestido con los que el personal entraba a trabajar. Hoy, semejante práctica es muy poco común porque expone al trabajador y a la empresa a fuertes sanciones ya que supone traer de la calle una gran variedad de gérmenes y contaminantes de los alimentos. Es obligado que el trabajador se cambie de ropa antes de empezar su jornada laboral para que los alimentos no sean contaminados. Esto incluye -y aquí no es tan común la práctica higiénica- cambiarse de zapatos. Y eso que el restaurante es el primer interesado en usar el calzado apropiado.
Actualmente, hay múltiples marcas que ofrecen zapatos para trabajar en restauración de forma cómoda y segura. En su mayoría, usan polietileno y es frecuente incorporar una plantilla ortopédica que permite a los cocineros, "pinches" y demás estar de pie durante muchas horas, sin sentir excesivamente el cansancio. De otro modo, serían continuas las lesiones del -o de la- "artista" sobre quien descansa buena parte del éxito del negocio.
Es necesario, por cierto, habilitar un vestuario donde dejar la ropa de cocina y cambiarse cuando sea necesario. En este vestuario es importante guardar algún uniforme de sobra por si algún empleado de cocina sufre algún percance y tiene que cambiarse o si alguien ajeno al equipo entra en la cocina.
En nuestra tienda online tenemos todas estas opciones de ropa de cocina y a precios asequibles.
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